Me encontré en un balcón
con un ángel celestial
que me devolvió mi cabeza
me explicó como encontrarla
cuando se desprende el alma
conectandola a mi corazón.
Como el viento yo tambien quise cambiar, dejar esta vida enferma
Estábamos los dos mirando el mar cuando la tarde moría
Como moría lo nuestro, juro que no lo sabía
Mire para mi derecha, vi que desaparecías
Grité con todas mis fuerzas y note que no me oías
Me quedé toda la noche en la arena
Intenté que algo valiera la pena
No puedo conseguir, cambiar ni corregir
Lo que me corre en las venas.
Corazón hoy no dejes de latir
Tengo el disfraz, no la manera
De que me quieras otro rato más
Me olvidarás como a cualquiera
Como algún día me dejaste entrar
No puedo darte mi vida
Yo no tengo la salida, ni la solución
Arden las heridas
Arde la traición
Arden las mentiras
Van directo al corazón.
Quise esperar lo que otros esperan,Pero yo no soy de reclamar
No me conformo con lo que sea
Estoy un poco ansioso y se termina el día
Ando buscando un poquitito de tu adrenalina
Y en mi cabeza encuentro sólo resignaciones
Estoy pagando el precio de mis buenas intenciones
En qué estaba pensando cuando me vine acá
Tiene que haber alguna buena forma de escapar
Si bien algunas cosas pudieron mejorar
Me está aburriendo esta mentira de la libertad.
Y a veces pienso, cuando me quedo solo
Te extraño, te lloro, que lindo arruinarse con vos
Te juro, linda, me está costando mucho
Termino los días cansado de extrañarte.
Quizás porque no soy un buen poeta
Puedo pedirte que te quedes quieta
Hasta que yo termine estas palabras
Quizás porque no soy un gran artista
Puedo decir tu pintura está lista
Y darte orgulloso este mamarracho
Quizás porque no soy de la nobleza
Puedo nombrarte mi reina y princesa
Y darte coronas de papel de cigarrillos
Quizás porque soy un mal negociante
No pido nada a cambio de darte
Lo poco que tengo, mi vida y mis sueños
Quizás porque no soy un buen soldado
Dejo que ataques de frente y costado
Cuando discutimos de nuestros proyectos
Quizás porque no soy nada de eso
Es que hoy estás aquí en mi lecho