Necesito alguien que me emparche un poco y que limpie mi cabeza, que cocine guisos de madre, postres de abuela y torres de caramelo Y que esté en mi cama viernes y domingos
para estar en su alma todos los demás días de mi vida. Y que me quiera cuando estoy, cuando me voy cuando me fui, y que sepa servir el té, besarme después y echarse a reir.